jueves, 12 de junio de 2014

Semana de la Educación Inicial...


En nuestro país, La fundación de la Sociedad Auxiliadora de la Infancia el 12 de diciembre de 1896, por la Sra. Juana Alarco de Dammert, indica las primeras referencias sobre la atención de los niños menores de 6 años. Juana Alarco de Dammert se preocupó por las necesidades de la niñez, especialmente de los hijos de las madres trabajadoras y planteó a las jóvenes limeñas una nueva dimensión para su labor social.

Cabe señalar que la Sociedad Auxiliadora de la Infancia incluía entre sus fines el establecimiento de centros educativos para niños de 0 a 7 años, los que debían funcionar en base a métodos didácticos europeos en aquel entonces, los froebelianos.

En 1902, la maestra Elvira García y García cofundadora de la Sociedad antes citada, organizó el primer kindergarten para niños de 2 a 8 años, anexo al Liceo Fanning para señoritas. Sus estudios y preocupación por 
la infancia la llevaron a difundir a través de conferencias y numerosos documentos, la importancia de proteger al niño tempranamente y de atender a la formación de una personalidad basada en la justicia y la 
comprensión, así como el empleo de los métodos de Froebel y de Montessori y la participación de los padres de familia en esta tarea educativa.

Más adelante, otros centros de iniciativa privada también adoptaron la denominación de “kindergarten”. Dada la innovación que suponían y los recursos sólo particulares con que contaban, su expansión en el país 
fue lenta y limitada a zonas urbanas.

En 1902, la misma Sra. Juana Alarco de Dammert estableció en la Calle Los Naranjos en Lima una Cuna Maternal, destinada a brindar educación elemental, alimentación y cuidados a hijos de madres obreras, a los que se cuidaba de 8 de la mañana a 5 de la tarde. Después de sostener la cuna durante varios años con su propio peculio, logró que el Congreso de aquella época asignara una subvención de 500 soles anuales.

Con el paso de los años, el número de Jardines de la Infancia se fue incrementando en Lima y en las principales ciudades del país. Hasta ese momento las instituciones educativas destinadas a la infancia estaban 
exclusivamente a cargo del sector privado.

Recién en el año 1930, el gobierno del Perú se comienza a interesar por establecer Jardines de la Infancia con carácter estatal y encomienda esta tarea a las hermanas Victoria y Emilia Barcia Boniffatti quienes 
dirigían el Kindergarten Moderno en la ciudad de Iquitos. Este Centro Educativo fue creado por ellas, en el año 1921, cuando regresaron de Europa donde cursaron estudios.

En este año se crea el Jardín de la Infancia N°1 por R.S. N° 589, que posteriormente pasaría a ser el Centro de Aplicación del Instituto Superior Pedagógico de Educación Inicial. Sin embargo, recién el 25 de 
Mayo de 1931, comenzó a funcionar este Jardín en el Parque La Mar, con escasos recursos y ofreciendo atención educativa a niños y niñas de 4 y 5 años, teniendo como lema “Todo por amor, nada por la fuerza” que 
era la divisa de San Francisco de Sales y que hasta hoy orienta la acción educativa del Nivel Inicial.

En 1940, se estableció la “Inspectoría Nacional de Jardines de la Infancia”, cuyo objetivo fue “educar al niño preparándolo integralmente para su ingreso a la escuela primaria, ofreciéndole además todas las 
ayudas posibles para su capacitación y fortalecimiento en la vida”.

La preocupación para que este nivel educativo tuviera su ubicación dentro del Ministerio de Educación estaba siempre latente. Por ese motivo en 1967, por gestión del Ministro de Educación Dr. Carlos Cueto 
Fernandini, se crea la Supervisión General de Educación Preescolar y en el año 1968 se establece la División de Educación Preescolar como parte de la Dirección de Educación Primaria y Preescolar”.

A partir de la evaluación diagnóstica de la realidad educativa del país cuyos resultados se dan a conocer en el año 1970, se reconoce por primera vez la trascendencia que en la vida del ser humano tiene la 
atención integral del niño en los cinco primeros años de vida. En este contexto y ante la necesidad de una respuesta innovadora, se plantea la Educación Inicial como primer Nivel del sistema educativo con el 
objeto de crear las condiciones necesarias para la atención integral y el desarrollo de las potencialidades del niño desde el nacimiento hasta los 5 años, con programas dirigidos a los padres de familia y 
comunidad, destacándose la importancia de la atención de la madre gestante “binomio madre-niño”.

Este nuevo nivel educativo se crea oficialmente en el mes de Marzo de 1972 mediante la Ley General de Educación 19326, con la estructura siguiente: Cunas para los niños de 0 a 3 años de edad y Jardines de
 Niños para los infantes de 3 a 5 años. Complementariamente, se consideraron los Programas no escolarizados dirigidos a Padres de Familia y Comunidad.

Sin embargo, la constatación de que los esfuerzos realizados no son suficientes para ampliar la cobertura de atención en las zonas rurales y urbano marginales, en el año 1973 se recoge y adopta una experiencia 
original de los Wawa Wasi y Wawa Uta (Casa de Niños en quechua y aymara) iniciada en el año 1969 en el departamento de Puno. Así se oficializa el primer programa no escolarizado para niños de 3 a 5 años con la 
denominación de “Proyecto Experimental de Educación Inicial No Escolarizada”.

En 1977, la Dirección de Educación Inicial se eleva a la categoría de Dirección General, situación que le permite manejar un presupuesto más significativo para la expansión de los Servicios. Posteriormente las 
reformas realizadas en la Estructura orgánica del Ministerio de Educación, hicieron posible que la Educación Inicial pasara a formar parte de la Dirección Nacional de Inicial y Primaria sin independencia 
administrativa. Parte de la atención que antes brindaba a los menores de 3 años pasó al PROMUDEH del Ministerio de la Mujer, a pesar que por la Ley General de Educación vigente la normatividad técnico pedagógica 
es competencia del Ministerio de Educación.

Podemos decir que en nuestro país se ha aceptado que el aprendizaje comienza al nacer, como se señaló en Jomtien y también se ha reconocido que es un derecho del niño. Sin embargo, los presupuestos asignados 
a este nivel no permiten, todavía, que los niños menores de 6 años y en especial los de sectores de privados, reciban las atenciones requeridas para su desarrollo integral.  


DePeru.com | 25 de mayo